Ceratosaurus nasicornis Marsh, 1984
Orden: Saurischia
Familia: Ceratosauridae
Ceratosaurus nasicornis fue un dinosaurio terópodo carnívoro que habitó la Tierra durante el Jurásico Superior, hace entre 153 y 148 millones de años. Su nombre significa “lagarto con cuerno” y hace referencia al característico cuerno óseo que presentaba sobre el hocico, una de sus señas de identidad más destacadas. Esta especie fue descrita en 1884 por el paleontólogo Othniel Charles Marsh a partir de un esqueleto casi completo hallado en Garden Park, Colorado (EE.UU.), en sedimentos de la conocida Formación Morrison.
Con una longitud estimada de 6 a 8 metros y un peso que rondaba los 600 a 1.000 kg, Ceratosaurus era un depredador bípedo ágil, dotado de potentes mandíbulas armadas con dientes largos, afilados y curvados hacia atrás, ideales para desgarrar la carne de sus presas. A diferencia de otros terópodos contemporáneos, poseía un cuerno nasal prominente y dos pequeñas protuberancias sobre los ojos, posiblemente utilizadas con fines visuales o para la exhibición dentro de su especie. Además, a lo largo de su espalda se disponía una fila de osteodermos (placas óseas dérmicas), lo que le confiere una peculiaridad anatómica poco común entre sus parientes carnívoros.
Fósiles de Ceratosaurus han sido hallados en diversos puntos de Norteamérica, como Utah y Colorado, y también en Portugal, lo que evidencia una amplia distribución geográfica. Se cree que habitaba zonas cercanas a ríos, bosques húmedos o áreas de ribera, lo que le permitía acceder tanto a presas terrestres como a recursos acuáticos. De hecho, algunos paleontólogos han sugerido que Ceratosaurus podría haber sido un buen nadador y que su dieta incluía peces, gracias a su cola larga y flexible que facilitaría el desplazamiento en el agua. Esta versatilidad alimenticia, junto con la posibilidad de comportarse ocasionalmente como carroñero, le habría permitido evitar la competencia directa con otros grandes depredadores coetáneos como Allosaurus y Torvosaurus.